Ayer, el presidente de la Generalidad Pasqual Maragall i Mira recordó en una entrevista de abrupto final en el diario El País la pantomima que representó a dos voces con Artur Mas en el parlamento catalán.
Maragall reitera: "El 3% no era un invento mío. Era moneda corriente que eso sucedía y hubiera bastado con preguntar a algunos empresarios madrileños". Hoy como ya pasara en febrero del año pasado, en los medios de comunicación de Cataluña no pasa nada. Algo que ya sorprendió a nuestro presidente, travieso muchacho que tira la piedra y esconde la mano: "Se cedió no sé si exactamente porque la amenaza era real o porque nos habíamos acostumbrado a no hablar de determinadas cosas... Yo no tengo muchas dudas de que fuera verdad lo del 3%, lo que me sorprendió es que siendo verdad y estando en la prensa no se hablase más de ello". La piedra vuelve hoy a rebotar milagrosamente en las aguas de la charca, diríase que está congelada.
La Vanguardia silba mirando a otra parte y demuestra que tiene estómago publicando un editorial sobre la gastronomía catalana. El Periódico advierte que "La opinión del diario se expresa solo en los editoriales.", y que están literalmente "con la mente en" otras cosas, como el protocolo de Kyoto o La Caixa en la bolsa. El Avuï, juzga más oportuno censar la población catalana o descubrir que el castellano vende hoy en Cataluña más que el catalán [adviértase que la conclusión es que todavía hay mucho que corregir, en lugar de replantearse su particular percepción de las cosas].
Ya se sabe que la noticia está en que el hombre muerda al perro. ¿Que el Presidente de la Generalitat habla de corrupción institucional? Ya, ¿y? ¿Que Pasqual Maragall i Mira afirma conocer a empresarios de Madrid que podrían aportar información y ninguna instancia judicial ni en Cataluña ni en el resto de España lo cita a declarar? Cuéntame algo que no sepa. Está claro que nada eso no es noticia para ellos. Cada día estoy más de acuerdo con Benach. Yo también quiero una Cataluña libre.
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No lo digo yo, lo dice el presidente de la Generalidad saliente, del Partit dels Socialistes de Catalunya, el mismo partido al que pertenece el futuro presidente: "Lo que debería entender la izquierda española es que la diferencia entre la izquierda catalana y la derecha catalana es que a la derecha catalana no le interesa España." ¿Es eso sólamente? ¿Alguien acostumbrado a llenarse la boca con palabras no es capaz de ver ninguna diferencia más? ¿De verdad? Sí, hay más. "La izquierda siempre ha sido más soñadora y más sentimental." R.I.P.
Afortunadamente, desde hace unos días sí hay algo más. Y tampoco lo digo yo. Lo opina el propio Maragall, según explica Xavier Pericay.
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