miércoles, octubre 03, 2007

Periodismo de investigación

Cuando parecía que el Periódico de Cataluña se había adelantado a todos encontrado al verdadero culpable en las amenazas de muerte a Rivera, va y resulta que no era él. Menos guapo ... (repárese singularmente en el sobretítulo que la mayoría de sus lectores asociarán antes con Dart Vader que con Blas Piñar). Por cierto, que en la pedrea de este año parece que al diario le han tocado un par de reintegros.

martes, octubre 02, 2007

Lo que media de la excepción a la norma

Vale. A un pobrecito niño cuya única (y legítima) ansia era poder leer la etiqueta del Cola Cao en catalán (natural concreción del derecho a vivir en catalán, conculcado en los 187 países del globo cuando pasa porque el de enfrente lo hable sí o sí) va y le cae encima la Guardia Civil. Se ve que se le fue la mano y en lugar de amenazar con no volver a comprar el producto, va el niño y les amenaza con que también tiene su primo de Zumosol, l'Exèrcit del Fènix y que se van a enterar. ¿Oligofrenia, cretinismo? No, patriotismo, un ejemplo de fenomenal precocidad en la lucha por las libertades colectivas, sean lo que sean, que ya son ganas de hilar fino, y como tal, merecedor de entrevista en El Periódico, de una obra de teatro convenientemente subvencionada por la Generalidad y TV3, tanto monta, monta tanto, toma tres tevetrés, y finalmente la inmortalidad mediante su asceso a los altares en los libros de texto, César, Cleopatra, Napoleón y el niño de marras. Vale. `[Lo de que sea un mito para el director de la agencia de noticias catalana ya no atañe propiamente al niño sino al proceso de selección de personal en dicha agencia.]

Y esto, ¿a qué viene? No, por nada, sólo que los dos tipos de Esquerra que, presuntamente y según confesión propia, amenazaron de muerte hace escasas semanas a Albert Ribera mediante una carta de similar factura (¡Dios mío con la ESO y con la inmersión!), aderezada con sangre de pega y decorada con una bala de veras apenas tenían un añito más cuando lo del Fénix. Qué cosa más normal que aspirar también a su entrevista, su obrita y, a poder ser, su huequecito en el sincretista panteón nacional. Máxime si al capo de la cosa todavía le pone el rollo gudari, para escándalo de quienes velan por la ecuanimidad de los medios públicos (bueno, en vez de escándalo, llámemosle inapropiado).

Que también ya es casual que el otro majadero que le decía a Alberto Fernandez Díaz que mirara debajo de su coche y que gritaba "TOTS MORTS, TOTS MORTS" al paso de Sirera y Cía, haciendo el gesto de degollarlos con grave riesgo para su propia yugular, digo que también es casualidad que fuera candidato de Esquerra en las últimas elecciones, no hace ni un año.

Pero que no pasa nada, hombre. Que son cuatro exaltados. Anécdotas. Como los del mechero de Gerona. Que estaba pensando yo que ya es mala suerte que ahora igual les caiga un año y pico a los que desbrozaron el camino, cuando, a ver, ¿quién no ha quemado un retratito del rey en la última semana? Afortunadamente, es obra de unos descontrolados y no va a ir a más. Esto me han asegurado y yo me fío plenamente.

lunes, octubre 01, 2007

Derecho yugular

Antonio Muñoz Molina subraya el paralelismo entre las conductas de unos exaltados contemporáneos y otros que lo fueron.

A algunos, entre los que me cuento, les gustaría mucho más una república o les importa relativamente algo menos que si queda leche en la nevera cuántas o qué banderas ondean en un edificio (lo normal sería que ondease únicamente la de institución que cobijan). Pero dado que se ha legislado sobre ello, resulta realmente primero alucinante y luego francamente desasosegador que el poder ejecutivo decida, código penal en mano, de forma absolutamente arbitraria y mediante la correa de transmisión de las fiscalías , qué se persigue y qué no.

La concentración de poderes de facto en unos mismos individuos ya está inventada en fórmulas como la monarquía y también en la dictaduras, militares, personales, o de partido, en las que conviene recordar el respaldo electoral suele ser abrumador. No hay paradoja alguna, la democracia no es (sólo) un mecanismo de elección, es sobre todo la existencia de un estado de derecho de libertados y obligaciones.

No es democracia la que respalda la discriminación, por mucha uninimidad parlamentaria que la refrende. Tampoco la es la que que deja impune la prevaricación desde los poderes públicos, por acción u omisión.