sábado, septiembre 09, 2017

El "problema catalán" cabe en un titular


Se reúnen un puñado de independentistas en Bruselas y el diario Ara titula:  Brussel·les celebra per avançat la Diada del Sí y el pie de foto dice que (traduzco del catalán) "en el acto han participado un centenar de catalanes residentes en la capital europea." 

Intentaré diseccionar la empanada cósmica en el redactado de la noticia, resultado en parte de obvias técnicas de propoganda y asimilación acrítica de una serie de falacias que no sostienen el menor análisis. Y lo haré porque aunque parezca un ejercicio fútil, ejemplifica de maravilla el marco desde el que se interpreta la realidad hoy en día en Cataluña.

1. Inflación: la infatigable afición a inflar números, vulgo mentir; los de la foto apenas llegan a 50 y cuesta creer que se hayan dejado fuera de la misma a la mitad de los asistentes cuando esa reunión es TODA la noticia). Ojo, que docenas es un número aceptable, pero claro, acostumbrados a contar millones, quién presta atención a menos de un centenar.

2. Metonimia: Si los que se reúnen son independentistas, se reúne Bruselas entera, así a lo bruto, toda la ciudad. En Bruselas hay un millón largo de ciudadanos, unas 24 mil veces la cantidad de personas que se reunió. En este caso es particularmente ridículo por dos motivos. la proporción es irrisoria, menos de 0.01% y porque no opera con tanta facilidad fuera el territorio que los nacionalistas consideran suyo otra falacia fundamental: que ellos son los de verdad, los buenos, los auténticos. En Bruselas y en franca minoría tiene menos efecto, pero en un pueblo de Cataluña, unos números menos vergonzantes se interpretan como algo indiscutible.

3. Silenciamiento: Una vez aplicados los pasos anteriores, qué más da qué hicieron el millón largo de bruselenses ayer, o si se quiere, el 99,99% restante? A saber cuántos otros cientos de catalanes se deseperaron en Bruselas por lo que les llegaba por internet, los miles de ciudadanos que tal vez lloraron al ver la enésima muestra de rebrote nacionalista en una Europa que se ha visto una y otra vez azotada por su gangrena (y no hay que irse a épocas del nacionalsocialismo, hace apenas hace veinte años de la guerra de los Balcanes matanza de Srebrenica). No lo sabremos por la noticia. 

4. Prosopopeya: Bruselas se fundó hacia 979 dC, pero no nació en esa fecha, no ha pasdo una adolescencia, no tiene artrosis, ni halitosis ni se ha muerto un hermano. Es una ciudad. Bruselas no puede celebrar nada, como no puede entristecerse, no es diligente ni perezosa, no se enamorará ni cabe que sea infiel. Es una ciudad. El nacionalismo es un desorden afectivo de la política y los afectos y sentimientos son mucho más fáciles de aplicar a individuos que a grupos. Mejor por tanto no hablar de los bruselenses, que son muchos y costará justificar que TODOS piensen lo mismo. Sea Bruselas toda ella una persona, que no me obligará a tener que reconocer una pluralidad de opiniones y sentimientos.  

5. Si cuela, cuela. La UE, los dirigente de Francia, de Alemania y ya se pierde la cuenta de cuántos otros países han dejado claro no sólo su preferencia por una España unida, no sólo la exclusión de automática de facto de una Cataluña secesionada, sino que han dicho explícitamente estos días que consideran cualquier ataque al sistema constitucional de cualquier país de la UE un ataque al mismo corazón de la UE. Pues titulemos que Bruselas (que en muchos otros titulares quiere decir la UE) celebra y si cuela, cuela. Y como a la gente lee y se cree sobretodo lo que le gusta ver escrito, pues de camino alguien habrá que así lo entienda y aún lo propague. 

Esta gota malaya llevada al extremo, reiterada, amplificada, subvencionada hasta la extenuación y en muchas ocasiones la única con credibilidad en grandes partes de Cataluña, también la urbana, pero sobre todo en la rural ha conseguido que miles de catalanes hayan abrazado una ideología etnicista en lo público y profundamente egoísta en lo individual.

Cuando algo es creído por muchos, es imposible de erradicar. Toneladas de pedagogía, filosofía y educación para la ciudadanía van a hacer falta. 


miércoles, septiembre 06, 2017

Saber y no saber, hallarse consciente de lo que es realmente verdad mientras se dicen mentiras cuidadosamente elaboradas, sostener simultáneamente dos opiniones sabiendo que son contradictorias y creer sin embargo en ambas.


Frases oídas en el parque de la Ciudadela esta tarde y durante años en comarcas

La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza.

Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.

Los vencedores siempre serán los jueces, y los derrotados los acusados. 

El trabajo libera.