lunes, diciembre 24, 2012

¿Por qué no respeta la Generalitat la "identidad" de los catalanes?

Cuando alguien lo explica tan elocuentemente, sobran comentarios

El original es ests, en http://elpais.com/elpais/2012/12/17/opinion/1355766620_452083.html, pero lo copio con enlaces a las fuentes ().


De nuevo el nacionalismo con los tambores de la catástrofe. Nadie propone que el catalán deje de ser vehicular ni la separación de niños por lenguas, sino la simple aplicación de sentencias del Constitucional y del Supremo, que avalan una tibia educación bilingüe. Siempre atenta a las inquietudes del poder local, la disciplinada sociedad civil no falta al enésimo toque de corneta. Se fotografían indignados los rectores de Universidad y desde el AMPA, con siglas independentistas, se convoca por correo electrónico a los padres a manifestaciones. Entretanto, a diferencia de lo que sucede en Madrid, con imperturbabilidad budista se digieren recortes y privatizaciones de un Gobierno autónomo que no tiene pudor en decir, por boca de su consejero de Salud, que “no hay un derecho a la salud, porque depende del código genético de la persona”. Será el hecho diferencial.

A la izquierda catalana le falta tiempo para apuntarse. Algo inexplicable. Desde 1953 la educación en lengua materna es un derecho reconocido por la Unesco y, entre nosotros, el bilingüismo era el modelo de la República, incluido el Estatuto de Nuria, y el que defendió el PSC hasta hace dos días, apelando a su pedagoga de cabecera, Marta Mata. Ahora, sin que se sepa cómo ni por qué, nos encontramos a la izquierda relacionando “identidades” con naciones y ciudadanías, urdiendo argumentos con los mimbres intelectuales que nutrieron la peor historia europea. Si lo dudan, vean la entrevista de Raül Romeva, eurodiputado de ICV, en el interesante blog A Word In Your Ear.

Por lo común, cuando se grita mucho las razones escasean. Y en estos días se grita más que nunca. Pero también hay argumentos. En algún libro y en estas mismas páginas he intentado mostrar la pobreza de los fundamentos teóricos de las políticas “normalizadoras”. Ahora, por debajo de la maraña retórica, aparecen nuevas razones, menos teóricas. Apelan a la realidad, la eficacia y los consensos. No está de más evaluarlas.

La primera invoca la realidad catalana, agredida en su identidad. Dilucidar identidades no es cosa sencilla, ni siquiera cuando se trata de individuos. En el caso de las comunidades, ni les cuento. En todo caso, cualquier idea de identidad tiene que atender a lo común o, en su defecto, mayoritario. Nunca a lo extravagante o singular. La identidad de mi familia no es mi primo alto y rubio. Y los datos, tampoco esta vez, cuadran con el relato nacionalista. Según la propia Generalitat, el 55% de los catalanes tenemos como lengua materna el castellano y el 31,6% el catalán. Relean: el castellano es la lengua común y ampliamente mayoritaria de los catalanes. Ahora la pregunta: ¿quién no respeta la identidad?

La segunda apunta a la eficacia pedagógica. Se nos dice que los niños catalanes, sin escolarizarse en castellano, tienen un dominio superior de la lengua común al resto de los españoles. Si así fuera, solo caben dos posibilidades: bien los catalanes somos un portento de la naturaleza, bien la escolarización en una lengua es contraproducente para su conocimiento. Como ninguna de las dos resulta plausible, hay que dudar de las fuentes. Y, en efecto, mirados de cerca, tampoco esta vez los datos abruman. Mejor dicho, es que no hay. Ahora sabemos, por boca de Joaquim Prats, exresponsable del informe PISA en Cataluña, que “el informe se hace en catalán, (y que) por tanto, no mide la comprensión lectora en castellano”. En realidad, los escasos datos disponibles no desmienten el sentido común y, entre catalanes, muestran el mayor fracaso escolar de los castellanoparlantes, los de menos recursos, por cierto. La única prueba concluyente es la que no se hace: exponer a todos los estudiantes españoles a las mismas exigencias de competencia lingüística. Al final, con tanto ruido, nos olvidamos de lo obvio: hablar una lengua no es dominarla. Todos, incluso los analfabetos, hablamos una lengua. En la escuela se busca otra cosa, lo que los especialistas llaman Cognitive Academic Language Proficiency, competencia para entender información nueva, ajena al contexto y con un cierto grado de abstracción. Eso solo se adquiere con la escolarización, como bien sabe el presidente de la Generalitat cuando elige un colegio trilingüe para sus hijos.

La tercera invoca la cohesión. Según parece, el bilingüismo dividiría a la sociedad catalana. Un argumento pobre. Si la enseñanza en una sola lengua es garantía de cohesión, habría que escolarizar solo en castellano, la lengua mayoritaria, común y, además, de muchos emigrantes y de los vecinos “españoles”. Además, la experiencia disponible no avala la tesis fratricida. Sin ir más lejos, Finlandia, el país con mejores resultados educativos en Europa, imparte la enseñanza en dos lenguas y no parece que esté al borde de la guerra civil. Finalmente, el argumento resulta impreciso porque equipara bilingüismo a separación por lenguas, cuando no es lo mismo un sistema en donde los alumnos permanecen juntos mientras reciben enseñanza de distintas materias en las dos (o tres) lenguas oficiales que otro de doble red, el de Finlandia, en el que las distintas escuelas imparten la enseñanza en las diferentes lenguas oficiales según la elección de los padres y aprenden la otra lengua como asignatura. Esos son los sistemas que podemos encontrar en Europa. Y en el mundo, incluido Quebec. En realidad, la anomalía planetaria es Cataluña. De modo que el argumento resulta inconsecuente, falso y, en el mejor de los casos, confuso. Puestos a decirlo todo, hasta dudo de su sinceridad, de la preocupación por la paz civil por parte del nacionalismo, cuando su objetivo político es levantar fronteras y su estrategia alentar la tensión entre conciudadanos.

El último argumento apela al consenso ciudadano. Su aval: casi todos los partidos defienden la inmersión. El argumento, obviamente, no sirve para defender la propia opinión, como hacen los socialistas. La afirmación “estoy de acuerdo porque todos estamos de acuerdo” se sostiene en el aire, esto es, en ninguna parte. Bastaría con que ellos cambiaran de opinión para que “el argumento” dejara de valer. Lo mejor en estos casos es preguntar a los ciudadanos directamente. Y asómbrense, las encuestas de la Generalitat, que preguntan sobre lo humano y lo divino, jamás han mostrado interés en saber qué prefieren los ciudadanos.

Quizá la explicación del descuido hay que buscarla en los resultados de las encuestas de CSIS que, mientras se hicieron, mostraban una clara preferencia por el bilingüismo. El único pie empírico en el que se sostiene la supuesta unanimidad es “la falta de demanda social”. Una falta de demanda que se entiende bastante bien al leer la respuesta del Departament d’Ensenyament a la pregunta de en qué consistía la (posible) enseñanza en español durante la etapa de primaria, recogida en el mejor libro que conozco sobre la experiencia catalana, Sumar y no restar. Ahí va: “El profesor imparte la clase en catalán y una vez acabada la lección, se acerca al alumno en cuestión y le repite en español lo que acaba de explicar en catalán. El alumno tiene derecho a hablar en español con el profesor y a realizar los exámenes en esta lengua, pero sus libros de texto deben estar escritos en catalán y él debe permanecer siempre en la clase con los demás alumnos”. Traducido: “a ver, el valiente, un paso al frente”. Calificar este procedimiento como humillación es quedarse corto. Segregación, tampoco alcanza.

Naturalmente, la obscenidad intelectual básica radica en relacionar derechos con “número de demandantes”. Con ese argumento los negros no habrían pisado las universidades norteamericanas. Seamos claros, el argumento relevante no se puede invocar. Es de uso interno. Lo expresó impecablemente hace tres años Bernat Joan, por entonces secretario de Política Lingüística, inquieto ante la sentencia del TC: “Podría crear un alud de gente que exigiese judicialmente la escolarización en castellano o que la Administración pública les atendiese en castellano” (ElpuntAvui, 23-8-2009). A Joan lo que en realidad le inquietaba eran los catalanes. Pero estas cosas no se dicen en Madrid. Bueno, el otro día sí, cuando Duran i Lleida confesó su desolación en el Parlamento porque “lamentablemente la lengua mayoritaria en el patio es el castellano”. A lo que se ve, los que estorbamos en la Cataluña de los nacionalistas somos los catalanes. Que queremos un poco de aire.

Félix Ovejero es profesor de la Universidad de Barcelona.

lunes, noviembre 26, 2012

El 26 de veras y lo que verás

La primera noticia es que la abstención sólo ganó por mayoría simple. De algo más de 3 millones y medio de electores, algo más de medio millón no fue a votar. Vistos los resultados (todos los partidos crecieron, y mucho, menos CiU y PSC que perdieron un número parecido de votos) parece que en general lo que a la gente levantó del sillón fue, entre otras cosas, asegurarse de que Mas no ganara (que Navarro no iba a ganar estaba ya bastante claro).

La segunda noticia es que CiU no sólo no se ha quedado como estaba sino que de hecho ha perido la quinta parte del apoyo popular que antes tenía. No es mucho, pero para hacerse una idea es el tercer peor resultado de CiU en su historia, algo difícilmente compatible con la buscada mayoría excepcional que motivó el adelanto de las elecciones, lejos de los 1.346.729 votos que cosechó CiU en 1984 con una población y un porcentaje de participación sustancialmente menores y decididamente menor del apoyo que el propio Mas recibió hace sólo dos años.

Lo demás es menos noticia porque es lo que se esperaba, exceptuando una cuestión de grado, que es el aumento de Esquerra Republicana, mayor de lo anunciado por las encuestas y que probablemnet responde a los escaños "faltantes" de CiU. En términos generales, por otra parte, no tiene nada de excepcional: similares y aún mejores resultados obtuvo en las dos anteriores legislaturas con Carod-Rovira.

Personalmente el resultado de Ciutadans, aunque dobla apoyo popular, superando con creces el recibido en las últimas elecciones por Esquerra e Iniciativa, triplicando representación y mejorando cualquier encuesta previa, reconozco que me sabe a poco. Sé que las cosas se hacen pasito a pasito (y menos escaños han tenido por ejemplo todos los partidos de la cámara excepto CiU o PSC en más de una legislatura), pero me duele ver que un mensaje tan nítido de denuncia de corrupción, de salvaguarda de derechos y libertades individuales y de respeto a la realidad de Cataluña no recibe un respaldo aún mayor por la ciudadanía, particualrmente en unas elecciones tan polarizadas. Dicho lo cual, hay que ser plenamente conscientes que con un presupuesto basado íntegramente en aportaciones de miembros (a diferencia por ejemplo de quienes se financian legal (millones de deudas con bancos) pero además ilegalmente, como el caso Palau de la Música) y con unos medios de comunicación públicos o fuertemente financiados por CiU (y antes por el tripartito) que no dan la menor cobertura cuando no son abiertamente hostiles, el calificativo apropiado es de azaña.

El resultado del PSC encapsula lo sucedido en estas elecciones. Ante la falta de claridad, tanto por el mensaje concreto de estas elecciones, como en general, respecto al nacionalismo, tanto dentro del propio PSC como del PSOE, sus propios miembros hace años que lo están abandonado con notables fugas y fuga de notables a Esquerra, CiU, o Ciudadanos. Raro sería que los electores no hicieran caso a estos obvios signos de inestabilidad y de empanada mental. Visto lo que sube y lo que baja, los electores parecen haber optado en esta ocasión por mensajes más nítidos.

Y qué pasará ahora? Visto el fracaso en relación la motivación de la convocatoria de unas elecciones que ha costado 30 millones de euros y el grado de compromiso de Artur Mas contra la democracia española siendo Presidente en funciones de Cataluña («El proyecto para que España siga siendo España está definitivamente agotado.»; «No nos detendrán ni los tribunales, ni las constituciones, ni nada de todo lo que nos pongan por delante.»; «Están absolutamente en contra de que el pueblo catalán pueda decidir su futuro y están haciendo una guerra sucia brutal.»; «Qué valor tiene la democracia española cuando se usan las cloacas del Estado para hundir la voz de un pueblo.»), parece imposible que semejante sujeto pueda acceder a un cargo de responsabilidad institucional. Mas debería dimitir de inmediato por todas estas razones y por una cuestión de coherencia o de forma alternativa los demás partidos hacérselo entender a CiU. Entiéndase bien, no quito un ápice de legitimidad a quien quiera una Cataluña independiente, y es perfectamente factible hacerlo desde la legalidad (referendum para la modificación de la actual Constitución) pero lo que no es posible es detentar un puesto de semajnte responsabilidad y sostener que uno se siente obligado por las leyes.

Pero bajemos a la realidad de la política catalana, que nada tiene que ver con lo normal. Imagino que en CiU estarían deseando poder seguir pactando con el PP y también el PP con ellos, pero se han metido en una ratonera de la que no pueden salir, por lo que la única salida es un pacto de algún tipo con Esquerra para la elección del Presidente de la Generalidad y posiblemente algo de mayor recorrido, porque en los meses que vienen la situación econókmica no va a mejora un ápice, nos vamos en algún momento a quedar sin dinero para seguir rescatando gobiernos autonómicos y se avecina una de órdago, 

viernes, noviembre 23, 2012

El 26 de Noviembre (y el 27, el 28, ...)

El lunes no van a pasar muchas cosas inesperadas, al menos no en la ciudad condal. Ganará de nuevo comodísmamente CiU (recordemos que han gobernado Cataluña 25 de los últimos 32 años), a quienes lo catalanes premiarán por todos los recortes de los dos últimos años, su incompetencia manifiesta y su liderazgo de la corrupción en Cataluña. Pero que se quederá más o menos como estaba. Subirá Esquerra aupada por el fervor independitista que ha querido y no ha sabido liderar Mas y probablemente entrarán también las CUP en el Parlamento, relevando a Laporta y amigos. Ciudadanos recogerá gran parte del voto del hartazgo ante un nacionalismo cada vez más excluyente y más declaradamente antidemocrático (en Corea del Norte también organizan unos referendos excelentes) y cabe esperar que sirvar para aglutinar fuerzas. Pero aún así no llegará ni de lejos al 10% de escaños. Los dos partidos que han gobernado españa en los últimos 30 años quedaran relegados a comparsas, diputándose un supuesto segundo lugar de auténtico chiste dada su absoluta irrelevancia. El PSC en caída libre, que veremos si llega a los 20 escaños y un PP patético que sólo ha podido estar en la oposición en los últimos 30 años, sin siquiera hacerla (con algunas honrosas excepciones). Inicitaiva seguirá recaudanado votos de gente con la conciencia intranquila y ayunas en no pocos casos de alternativas, que luego verán como para lo único les sirve es para avanzar a la llamada construcción nacional sin mejorar un ápice los problemas sociales. Y ganará por mayoría absoluta el partido de la gente que pasa de todo y confirma de esta manera el voto de los que sí se acercan a depositarlo (o sea que si no votas, votas CiU, que igual ya es lo que quieres, pero al menos que lo sepas).

Y Mas dira que si no ha llegado él solo a la mayoría absoluta es por el ataque del estado, cuando de una docena larga de encuestas sólo la del centro de estudios de la propia generalitat se la daba, que ya es casualidad. Y dirán todos que el pueblo de Cataluña ha expresado su voluntad de avanzar hacia la construcción nacional, como se encargarán de demostrar CiU, ERC, CUP e ICV aprabando resoluciones a porrillo sobre la deseada liberación de nuestro oprimido pueblo (y quien sabe si también con la particpación del PSC si el documento es lo suficientemente ambiguo o en cualquier caso si el batacazo es de órdago). Y a la mañana siguiente y durate los próximos tres años, el paro por las nubes, los recortes a peor, la economía hecha un desastre, el estado rescatando periódicamnete a Cataluña y ellos a los suyo, a seguir haciendo literalmente lo que les dé la gana, eso sí, sin olvidarse de agitar banderas cada vez que algo no vaya bien ni de gritar "Contra Catlauña!!, si alguien pregunta algo o destapa el enésimo caso de corrupción. Y si la cosa va muy chunga, económicamnete hablando, a sacar la bandera del cajón y referendo, y si es más llevadera, pues el pueblo de Cataluña habrá emitido un mandato de prudencia, pactito fiscal con el Alicia y Mariano y no ha pasado nada.

El domingo, vota. Y si no sabes a quíen votar, léete por favor las entradas previas, que razones hay a patadas.

Divide y vencerás

Excelentísmo artículo de Félix Ovejero y Juan Antonio Cordero en la Voz de Barcelona. De consulta obligada.

Reproduzco un fragmento y si se pincha remite al artículo completo.

"Contra lo que se afirma con demasiada ligereza, la democracia descansa, además de en el gobierno de la mayoría de los que votan, en el común respeto al imperio de la ley democrática -que obliga igual a gobernantes y a gobernados- y en la consolidación de un complejo equilibrio de poderes y contrapoderes institucionales, todos autónomos pero ninguno completamente independiente de los demás, en el que la legitimidad democrática es compartida o no es. Es esa combinación la que constituye la garantía de defensa más firme de los derechos y las libertades cívicas, políticas y sociales de todos los ciudadanos -no sólo de la fracción que circunstancialmente sea favorable a uno u otro gobierno-."

miércoles, noviembre 21, 2012

Historia completa de Cataluña (abreviada)

Sé de entrada que esto no va a convencer a nadie, pero agradecería que al menos los que discrepan me ayudaran a entenderlo. Vamos a ver,

Lo último que se sabe que han dicho los catalanes, hermeneutas de pacotilla a parte, es las elecciones de hace un año, en las que nadie en su sano juicio puede decir que "el pueblo de Cataluña" se manifestara particularmente independentista (Esquerra fue la única formación que claramente se posicionó al respecto y cosechó un 7% de los votos). En las municipales de mayo de 2011, el porcentaje es posible que rondara el 14% siendo generosos. Y en las anteriores, los catalanes premiaron notablemente (CiU) a quien retocó a la baja el Estatuto de Autonomía que habían aprobado por un 75% de los votos la mitad del censo. Señal de que no les pareció gran sacrilegio o alternativamente que preferían a cualquiera antes que a sus promotores principales.

Y con mayor recorrido, los catalanes han votado a favor de diversas cosas, como la Unión Europea y luego su constitución, el sí a la OTAN o la Constutución del 78, dicho sea de paso por la mayoría más aplastante que se ha visto por esta tierra antes y después (91%). Un constitución en la que se reconoces derechos y libertades civiles como nunca ha habido en España, Cataluña es una Comunidad Autónoma, se otorga rango de lengua co-oficial al catalán allá donde se habla, se acuerda una estructura del Estado y su funcionamiento y cosas hasta como la continuidad de los Borbones en un papel decorativo.

Bien, flashback brutal a 1713.9999, esto es el minuto antes que la pérfida Hispania, o más bien uno de los contendientes al trono, pisara con su bota la Arcadia. ¿Me explica alguien qué se nos ha perdido allí, políticamnente hablando? ¿Teníamos allí los catalanes (menudo anacronismo la primera persona, pero son cosas de la continuidad del "pueblo de Cataluña") libertad de asociación, de opinión, de prensa, de culto y de orientación sexual, seguridad y protección social, derecho a un juicio justo, redistribución de la renta, protección de la infancia, educación pública, separación entre Iglesia y estado y lo que te rondaré morena? No. De lo que se deduce que no necesriamente es desable volver por completo a 1714, sino a lo sumo a algunos de sus aspectos (no los principales en mi experiencia diaria, pero no entro a juzgar).

Protoflashback, finales del 1939. Franco gobierna con bota de hierro en España y por ende en Cataluña y lo hará hasta 1975, hasta que se muera de viejo, mientras La Vanguardia es Vanguardia Española. ¿Son acaso esos 36 años los que cabe tomar como referencia para la organización del Estado? ¿Es la prohibición del catalán algo que valga la pena resucitar con la excusa de que así se hizo en el pasado?

Retromegaflashback, Año 2 antes de Cristo, Cataluña (me empiezo a marear llamando Cataluña a un lugar cuando aún faltan más de 1000 años para que alguien acuñe el término) bajo el Imperio Romano. Hablan latín hasta los que no lo saben. ¿Son fachas los romanos por no permitir la que se hable la lengua propia del país o en realidad es el latín la lengua propia?

Avanzoflashback. 720 ¡Ahora hablamos árabe! ¿Acaso no habría que reivindicar nuestras tradiciones ancestrales, la co-oficialidad del árabe, el imperio de la Sharia y nuestro próximo ingreso en la OPEP y la Liga Árabe? ¿Cabe considerar que hemos sufrido 1292 años de yugo opresor cristiano del que procede liberarse? ¿Por cierto, cuántas lenguas propias llevamos ya?

Fastforward un siglo. Willy el peludo. Derecho de pernada, esperanza de vida cerca de los treinta, los cuatro jinetes del apocalipsis, el hambre uno de ellos. Casi que no.

Parece evidente que no es cierto que cualquier tiempo pasado fuera mejor para Cataluña, España o Gabón. De hecho claramente tiende a haber sido mucho peor. No existe ningún criterio racional para seleccionar una época concreta de nuestra historia para que determine nuestra política actual (por ejemplo, ¿qué límites son los "propios" de Cataluña? ¿Los de del año 2, los de la marca Hispánica, los del Reino de Aragón, o los actuales, fijados en 1833?). 

La elección de un referente histórico concreto es completamente arbitraria (con pensar que nadie pensó en fundar CiU en 1714, ya está dicho todo). Es más, la elección es aberrante cuando de ese hecho histórico no se derivan los valores que consideramos hoy en día nuestro referente (libertad, solidadaridad, ciudadanía en un estado de derecho). Sólo desde esa perspectiva se puede superar el ridículo de estar orgullosos de hechos históricos en los que no hemos tomado parte activa. 

Me parecerá muy bien lo que decidamos entre todos que queremos ser, país, región, pueblo (como en Volk, o como en Vilabertran), comunidad de intereses, pero es algo que tenemos que decidir como ciudadanos libres que viven en 2012 en este rincón del planeta. 

Coda: Pre-constitucional es el aguilucho de la bandera española, la República Socialista de Asturias, Prim, la pérdida de las colonias, el 1714 y la guerra de secesión española, la batalla de las Termópilas, el invento de la escritura, el de la agricultura y el día que nos separamos (el pueblo de Cataluña y yo, con todos los demás pueblos del mundo) del mono.

Lo que de verdad hace falta

Yo también preferiría Finlandia, pero me parece que la futura República Bananera de Cataluña va a cosechar unos 122-130 escaños.


lunes, noviembre 19, 2012

Espanya ens roba: las balanzas fiscales

El argumento de "Espanya ens roba", absolutamente minoritario hace apenas cinco años y ahora aceptado acriticamente como incontestable, se ha centrado últimamente en las llamadas balanzas fiscales, entendiendo como tal  la relación entre los impuestos recaudados a las personas físicas y jurídcas radicadas en cada comunidad y los fondos públicos asignados a esa comunidad. La falta de rigor en este análisis es impropia de una tierra que tan buenos economistas ha dado, pero por si todos se han despistado, aquí voy a echarles un cable.

El primer problema es que distintas estimaciones de las balanzas fiscales dan resultados muy diversos. Al fin y al cabo es muy difícil cuantificar tanto las contribuciones como el retorno. Todo parace muy sencillo con el IRPF que paga Juan Martínez de su trabajo en Cola Cao y el dinero que tranfiere el gobierno a la Generalidad para que se haga cargo de su sanidad y protección social.

Pero la realidad es bastante más compleja. El IVA recaudado al vender Cola Cao en Segovia, ¿es contribución catalana o segoviana? Una empresa con sede en Barcelona y capital mayoritariamente del resto de España, ¿es (sólo) contribución catalana? ¿Hay que contabilizar el dinero asignado al ayuntamiento menorquín donde un catalán tiene su segunda residencia como retorno? La construcción de la carretera de Segovia por la que ha circulado el camión de Cola Cao y sin la cuál no habría habido beneficio, ¿es o no es retorno? El AVE Madrid Barcelona, es de Madrid o es de Barcelona y Lérida, o de Zaragoza. ¿O es de todos y es un retorno múltiple? ¿La legislación europea que protege a los productores agrícolas catalanes, es retorno?

Más allá de estas complejidades (superables idealmente en caso de voluntad de llegar a un acuerdo, pero en la práctica insoslayables), el mayor problema de las finanzas fiscales y sorprendentemente el menos comentado es que su cálculo sencillamente carece de sentido en los términos empleados hasta la fecha.

Para igualar el terreno, por favor leamos todos la introducción a la entrada de Wikipedia sobre los impuestos, de la sigue que:

1. Los impuestos son cargas para personas y empresas
2. Tienen que aportar en mayor medida quienes más tienen y
3. Se usan para  que el estado pueda cumplir sus funciones y prestar servicios públicos

En resumen, el dinero entra por un lado en forma de impuestos (y aporta más quién más tiene) y sale por otro para la prestación de servicios de interés público (y se distribuye en función de las necesidades) (hagamos un esfuerzo por olvidar por un momento la corrupción...).

¿Cuál es la lógica entonces de las balanzas fiscales? NINGUNA.

Si se compara lo recaudado con lo que asignado (en relación a los residentes en un área geográfica, a cualquier grupo humano en general o incluso a nivel indvidual) es porque se supone que se supone que debe existir el máximo equilibrio entre ambos. Esto es intrínsicamente falso por numerosos motivos.

El quid no está en
cuántos impuestos paga los ciudadanos de Cataluña y cuánto recibena cambio, como no está en cuántos impuestos paga el ciudadano Martínez y cuánto recibe Martínez a cambio, o
cuántos impuestos pagan los ciudadanos de Santander en impuestos y cuánto reciben a cambio o
cuántos impuestos pagan los seguidores del Barça y cuánto reciben a cambio o
cuántos impuestos pagan las mujeres rubias y cuánto reciben a cambio o
cuántos impuestos pagan los pilotos de Iberia, y cuánto reciben a cambio, o
cuántos impuestos pagan los residentes de Pedralbes y cuánto reciben a cambio, o
cuántos impuestos pagan los que viven a orillas del Ebro,
... ¿sigo?

Y no tiene sentido por al menos cuatro motivos.

El más obvio es que lleva al absurdo: ¿cuál es el sentido de un sistema en el que todos (los catalanes, el ciudadano Martínez, los de Santander, los del Barça, las rubias, los pilotos de Iberia, los de Pedralbes y los del Ebro) reciben lo que dan? Para eso no vale la pena recoger impuestos y vale más que Martínez  los de Santander, los del Barça, las rubias, los pilotos de Iberia, los de Pedralbes y los del Ebro se queden con su dinero y nos ahorramos el recoger impuestos y devolverlos.

El segundo es porque semejante sistema no tiene ninguna capacidad distributiva. No permite destinar recursos a aquellos que no los tienen y obliga a preservar los de los que sí los tienen inlcuso los de los más ricos.

El tercero es porque aunque se alcance una relación exacta entre los recaudado y asignado en algún nivel de agregación concreto (por ejemplo, por comunidad autónoma), nada garantiza que eso ocurra a cualquier otro nivel (por ejemplo, provincial, comarcal, municpal). En particular, aunque los catalanes en su conjunto reciban exactamente, hasta el último céntimo de euro, lo que se recauda de individuos y empresas sitas en Cataluña, ello no tiene ninguna implicación para su relación con la distribución en relación a otros humanos dentro de Cataluña (en función de renta, sexo, raza, localización geográfica, etc). Lo que no serviría absolutamente para nada, a menos que el hecho de ser residente en ua comunidad autónoma sea un bien superior a ser de cualquier provincia, comarca o ciudad en concreto, pero también a ser mujer rubia, piloto de Iberia o, de forma inexplicable para el ciudadano Martínez, ser el proprio ciudadno Martínez!).

El cuarto y fundamental es porque la razón del sistema no es el equilibrio entre entrdas y salidas sino el dar respuesta a las necesidades de servicios públicos de la población. Es la equidad en la atención a estas necesidades lo que se debería medir: ¿están los niños españoles en igualdad de condiciones de recibir educación pública de calidad, con independencia de los recursos de sus padres, de su raza, sexo y religión, del lugar donde vivan? ¿Ocurre otro tanto con la sanidad pública para niños y adultos? ¿Se dispone de infraestructuras de calidad que permitan el comercio, el desarrollo económico y el transporte de individuos? Son esos los únicos elementos pertinentes para un debate informado.

La identificación de inequidades en educación, sanidad, protección social, derechos y libertados personales y otras en función de renta, geografía (autonomía, municipio, o provincia, pero también ámbito rural o urbano, costero o de interior) es esencial para poder corregirlas.

En formato electoral:

Las balanzas fiscales son un auténtico cuento chino. Pero si piensas que te están robando, no estás tan equivocado: Palau de la Música, Caso Pretoria, y un largo etcétera.

No te dejes distraer ni equivoques a quién hay que pedir cuentas. Si quieres servicios públicos de calidad, pide servicios públicos de calidad. 

Espanya ens roba: los peajes

Copio del blog de Javier Nart y salpimento de enlaces por si alguien tiene dudas sobre la veracidad de lo que se dice.

Hace semanas comenzó una justa campaña en contra del pago y repago de los peajes en las autopistas. La ciudadanía afirma que las concesionarias han recuperado hasta 10 veces inversiones. Que carece de sentido seguir pagando lo ya pagado y enriqueciendo a los ya enriquecidos.

Y entonces surge, como la muleta en el toro, el engaño para la ciudadanía (el toro), y sería el torvo Estado español el culpable de este desafuero en su ilimitado afán de seguir ordeñando a sus sometidos catalanes.

Pero resulta que las autopistas en Cataluña son en su absoluta  mayoría titularidad de Abertis. Y Abertis está controlada por  La Caixa. Y La Caixa es por estos pagos la verdad absoluta, el poder total y el “hasta aquí hemos llegado”. Y también resulta que Abertis tiene como puntal a un tal Salvador Alemany, que es nada menos que presidente del  Consejo Asesor para la Reactivación Económica de Cataluña y asesor principal del presidente Artur Mas. A ello se suma ser el principal agente publicitario del reaccionario (pero nacionalista)  diario Avui-El Punt.

No hay nada más eficaz como envolver la cartera con la bandera. Cualquier ataque al negoci se transforma en un ataque a la patria. Y, en consecuencia, ese noble lema de la Guardia Civil se transforma en un inatacable “todo por la pasta”.

 Ah, cuestión irrelevante como ustedes verán, es que La Caixa  (accionista decisivo en Abertis) es acreedor de Convergencia y  Unión por 21 millones de euros.< Y así, Convergencia y Unión apoya que el malvado Estado español financie el déficit de Abertis en sus autopistas madrileñas.
Cosas de la construcción nacional, de las reivindicaciones patrias.
Del dinero.

Si lo dice La Vanguardia...

Reproduzco de Cafe Reggio

SABATINAS INTEMPESTIVAS
Gregorio Morán
Siempre que aparece el nacionalismo en su forma institucional sé que están tratando de engañarme. Lo aprendí en una escuela que duró muchos años y que se llamó franquismo; entonces éramos autodidactas y nos dieron unas lecciones tan intensas que nos convirtieron en licenciados. Lo que está sucediendo en Catalunya en los últimos años apenas tiene nada que ver con aquello, pero al menos algunos guardamos la lección aprendida: allí donde hay un patriota, un abertzale, la libertad vale menos que sus convicciones. Estos caballeros supuestamente pacifistas, con mucha cita histórica y embelecos sobre lo líquido y lo gaseoso, nada violentos –de momento–, están dispuestos amanipular a la opinión con bombarderos que intimidan, cañoneras que asaltan las barcas de Roses y milagros portentosos de hijos de futbolistas, asunto nada baladí teniendo en cuenta que Lourdes por primera vez está al borde de la quiebra. Los fanáticos de ahora no van a las basílicas sino a los campos de fútbol.
¿Cuántas dosis de realidad es capaz de soportar una sociedad sin que te linchen? Un veterano, con el que no comparto nada y con el que no he hablado nunca, como es Duran Lleida, dice que si contara la verdad ahora, acabaría condenado a la hoguera pública”. Lo entiendo, aunque no debería, porque creo que los riesgos del oficio de ser líder están incluidos en el sueldo.
Si a estas alturas de la película yo dijera que al honorable Tarradellas no lo trajo ni la sociedad catalana ni el pueblo catalán defensor de sus tradiciones, sino la derecha española aliada con un buen puñado de inteligentes mediadores catalanes que entendieron que la victoriade la izquierda en Catalunya, en la primeras elecciones de 1977, no auguraba nada bueno para sus intereses, ¿me costaría un disgusto patriótico? Asustados ante lo que pudieran pretender aquellos feroces izquierdistas llamados Joan Reventós, Narcís Serra y el Guti, ¡el trío de la bencina, los pobres!, convocaron a toda prisa a Tarradellas en Madrid, doce días después de ver el descalabro en los comicios del 15 de junio. El president de la Generalitat en el exilio, al que nadie hacía ni puto caso hasta entonces, demostró la diferencia que había entre un profesional con talento y aquel personal bisoño. Las grandes manifestaciones del 76 y del 77, 11 de septiembre incluido, exigían “Llibertat, amnistia i estatut d’Autonomia”. Nada más, y no era poco entonces. Me permiten recordarlo aunque seguramente no figurará en los libros canónicos. Seamos humildes al menos por una vez y abandonemos ese concepto de falsa superioridad. España no es Canadá, ni Inglaterra, en similar medida que nosotros no somos ni Escocia y menos aún Quebec. Somos como todos, pero con mayores ambiciones. Nada más.
El próximo 25 no se dirime ni la independencia, ni el derecho a decidir, ni el comienzo de una nueva etapa dirigida por los mismos que han gobernado la vieja etapa durante décadas. El próximo 25 se trata de conceder a CiU el derecho a no explicar nada de cómo facilitaron la ruina del país y cómo participaron en las operaciones más corruptas de los últimos años. A mí no me roba España, sé muy bien qué españoles me roban, pero como vivo en Catalunya, entre los que me roban hay más catalanes que castellanos, santanderinos o bilbaínos.
Un ejemplo. Carmen Chacón, o Carme –me son indiferentes estas chorradas para patriotas descerebrados–, afirmó que la sede de Convergència estaba bajo control judicial tras el desfalco del Palau. En una entrevista que le hizo Josep Cuní, Francesc Homs –yo desconfío siempre de los tipos que llevan ropa impecable y luego se ponen calcetines negros con zapatos de color– respondió que no era cierto.Me gustan las entrevistas de Cuní, aunque las frecuento poco. Tiene esa capacidad para tranquilizar al entrevistado y luego lanzarle un directo a la mandíbula mental que le deja atónito. Pero no remata; no le costaría nada, otra pregunta y el personaje quedaría KO ante la pantalla, sin embargo no lo hace y le entiendo; ni es su estilo, ni creo que esta sociedad soportara esos ejercicios que, en Europa o Estados Unidos, son frecuentes. Pero vayamos a lo importante.
¿Está embargada o no la sede de Convèrgencia a causa de la estafa del Palau? Uno de los dos miente, y si hubiera periodismo auténtico en Catalunya alguien tendría que sacarnos de la duda, y cada cual asumiría su responsabilidad. En España entera, no hay excepciones, se puedementir impunemente. Como si fuera un gaje del oficio.
Pocas decisiones políticas se pueden explicar con la facilidad que puede hacerse esta de la convocatoria de nuevas elecciones en Catalunya. Acosados por su propia corrupción, acojonados por el despilfarro en el que han quemado sus penúltimos recursos –quedan los últimos para gastos de representación y el cultivo de la parroquia–, intimidados ante la protesta por el carácter selectivo de los recortes en sanidad y educación, se agarraron a la manifestación del 11 de septiembre. La alimentaron con abundante ayuda económica, ¡qué sería la Assemblea Nacional Catalana sin un adecuado engrase financiero! No hay organización patriótica sin subvención, ese es un principio básico de todo gobierno nacionalista, sea CiU o del inefable tripartito, que cumplió a rajatabla la misión que se le había encomendado. Si a esto sumamos un bombardeo de los medios de comunicación sin precedentes, y a los voceros alimentando la ira, tendremos el panorama perfecto para la gran batalla de ñigui-ñogui.
Contemplar a Artur Mas envuelto en la estelada es una de esas frivolidades que tendrán su precio. Me atrevo a asegurar que cree menos en la independencia que yo, porque a diferencia de algunos de nosotros que sobreviviremos solos, por hábito y veteranía, él maneja un barco que por muchos boquetes que tenga es todo lo contrario de un partido independentista. Ni derecho a decidir, ni independencia. Se hará lo que ellos negocien a partir de la victoria del próximo 25. El volumen de esa victoria dictará la arrogancia de sus pretensiones, pero todo dentro de un orden, y con la impunidad de que nadie osará citar el inmediato pasado.El pueblo cándido y la inteligencia alquilada otorgarán el derecho a decidir a él, a sus socios y a sus intereses inmediatos.
Tiene gracia el dirigente de las CUP (Candidatura d’Unitat Popular), la más aparentemente radical de las opciones electorales. “La independencia no es conservadora”. Santa simplicidad. La independencia no la vas a ver, porque ellos saben, ximplet, lo que se juegan en este envite. Y tú, y tus voluntariosos seguidores, todo lo que tenéis en Catalunya son cuatro alcaldías de mierda –de pueblos muy bonitos, eso sí–, en una sociedad a la que le agrada vuestro papel de caganers. La alegría de un pessebre.
Metido el PSC en el Puente de los Olvidos, tratando de conservar al menos los empleados sin demasiado dispendio. Hasta el cuello de conchaveo y corrupción, porque la pomada se repartía y había que estar a la que salta, patrióticamente hablando, por supuesto. Despiertos demasiado tarde los chicos de la bicicleta, por buen nombre Iniciativa per Catalunya; que ya tiene mérito en una organización supuestamente radical e internacionalista. El territorio se repartirá entre la convicción convergente y su pareja de hecho, Unió Democràtica. ¿Y Esquerra Republicana? Esquerra nunca fue un partido sino un comedero desde los tiempos de Companys, el de la muerte heroica y la irresponsabilidad política. Es como una empresa de intermediación que cobra altas comisiones, pero que salva al propietario. Ocurrió con Barrera y Pujol, luego repitió experiencia con Maragall y Montilla, menos experimentados, y que pagaron un precio que les sacó de la bancada y les metió en una crisis de la que aún no han salido. ¡Manda huevos que el voto del rechazo al sistema en Catalunya sea el PP! Lo demás son cotufas en el golfo. ¿Y nuestra prestigiosa inteligencia?

miércoles, noviembre 07, 2012

martes, octubre 30, 2012

Rosa Diez sobre los presupuestos y el programa de UPyD

El video de la campanya de Ciutadans

En pocas palabras

Hace mucho tiempo que me deleito en comprobar que siempre consigo discrepar en algun aspecto de hasta quienes tengo por referencias mas nitidas. La ultima persona con quien me esperaba coincidir hasta la ultima coma es Javier Cercas, escritor y profesor de literatura en la Universidad de Gerona. Punto por punto y hasta la ultima coma.

Copio del blog de Joan Ferran:

PERPLEJIDAD CATALANA 

El reciente estallido independentista en Cataluña me ha sumido en una mezcla de perplejidad y aprensión. Quizá por eso casi había decidido guardar silencio escrito sobre el asunto; también porque imagino cierta afinidad con los lectores de esta columna, y lo que tengo que decir debería decírselo sobre todo a los que no piensan como yo. Pero el mencionado estallido coincidió con la publicación de mi última novela, y en las entrevistas promocionales me preguntaron por el asunto; contesté más o menos lo que sigue: Yo entiendo que haya gente cabreada y desesperada. Y también entiendo que el cabreo y la desesperación lleven a pensar que ya no podemos estar peor de lo que estamos y que es preferible emprender aventuras que seguir encerrados en este callejón sin futuro. A esto solo puedo contestar con una certeza y una confesión. La certeza es que por supuesto que podemos estar no peor sino muchísimo peor de lo que estamos (de hecho, así hemos estado casi siempre). La confesión es que a mí me encantan las aventuras, pero en las novelas y las películas; en política no: en política soy un partidario feroz del más espantoso aburrimiento, de un tedio letal, suizo o como mínimo escandinavo (y del sistema político más aburrido posible, que es la democracia). Así que, cuando oigo al presidente Mas declarar que ir hacia la independencia supone adentrarnos en “terreno desconocido”, se me ponen los pelos de punta. Para los escritores o los científicos es una obligación pisar terreno desconocido, ir “au fond de l’Inconnu pour trouver du nouveau”, como dice Baudelaire; pero para los políticos, eso debería estar prohibido: si al internarse en lo desconocido el escritor se cae al abismo, no pasa nada, porque solo se cae él; pero si se cae al abismo el político, nos caemos todos detrás (y el abismo es el abismo de la historia). No sé si hace falta añadir, por lo demás, que no soy nacionalista, ni independentista”. Esto viene a ser lo que dije. Desde que lo dije no ha dejado de crecer mi asombro. Me asombró que hubiera quien me felicitara por haber tenido el valor de pronunciar esas palabras. Me asombró cruzarme con una historiadora catalanista que me recordó que Pierre Vilar acuñó la palabra “unanimismo” para referirse a esos momentos sociales en que el temor acalla toda disidencia y crea una ilusoria sensación de unanimidad, y me confesó que ella no se atrevía a decir en público que discrepaba del fervor independentista. Me asombró que haya zoquetes que sigan sin entender que hoy día la izquierda y el nacionalismo –empezando en España por el nacionalismo español– son incompatibles, y zoquetes más zoquetes aún que no entiendan que una cosa es el nacionalismo catalán, que es de unos pocos, y otra cosa la lengua catalana, que es de todos, regalando así un bien común a los nacionalistas. Me asombra el asombro que ha provocado Lara al decir que Planeta se marcharía de una Cataluña independiente, y que el secretario general de ERC diga que una Cataluña independiente sería bilingüe, cuando el independentismo siempre ha sostenido que el bilingüismo conduce a la extinción del catalán. Me asombra la genialidad de Artur Mas, que de un día para otro ha conseguido que Cataluña deje de culparle de todos sus males para culpar de todos sus males a España. Me asombra (y me horroriza) que un expresidente extremeño diga que los extremeños de Cataluña deberíamos ser devueltos a Extremadura, como si fuésemos ganado, y me asombra (y me horroriza) que el presidente catalán, encargado de hacer las leyes y de velar por su cumplimiento, afirme que se saltará la ley. Dicho esto, ya me asombra menos que un escritor casi llame a la insurrección armada o que un político pida que se intervenga Cataluña con la Guardia Civil. Pero lo que más me asombra es que personas en apariencia juiciosas sostengan que la separación de Cataluña se produciría de forma cordial y sin traumas, y que casi todos parezcan creer que es imposible que la situación degenere en violencia: Dios santo, ¿ni siquiera hemos aprendido que en la historia no hay nada imposible, y que los grandes cambios casi siempre se han producido a sangre y fuego? ¿Nos hemos vuelto otra vez tan insensatos y pusilánimes como para no ser capaces de darle una salida civilizada a este embrollo?
Javier Cercas,
 El País semanal, 28/10/2012

lunes, octubre 29, 2012

In-de-pen-den-ci-a (judicial)

Caso Pretoria, Caso Palau de la Música, Caso Pascual Estivill, Caso Campeón (Oriol Pujol, ITV), Caso Treball, Caso Banca Catalana. Son estos los principales casos de corrupción que han implicado a políticos catalanes en los últimos 30 años y condenado a un buen número de ellos (para un paseo por la corrupción en España,ver aquí). El común denominador es que en todos ellos han sido instituciones del Estado las que han intruido los casos: Hacienda, la Gurdia Civil o la Audiencia Nacional son quienes han dirigido las investigaciones, como está al alcance de cuatro clicks de quien se tome la molestia.

Ninguna iniciativa se ha originado desde Cataluña, este oasis y remanso de paz i omertá. Paradigmático son sin lugar a dudas los casos de Pasqual Estivill, promovido por Convergencia i Unió al máximo órgano de gobierno de la justicia (el Consejo General del Poder Judicial) o de Félix Millet, éste último galardonado con cuantos galardones existen sobre la faz de tierra en Cataluña.

Parecería que España más que robar se encarga de hacer lo que se debería hacer en ctaluña y no se hace y de pillar a los trincones locales, por cierto con una abrumadora proporción del partido guía (CiU), seguido del PSC (y no me cabe duda de que si no aperece el PP, que encabeza casos de una punta a otra de la península, debe obedecer principalmente a que no tiene poder polítoc en Cataluña).

Por cierto, como los lectores de esto habrán podido comporbar en alguna entrada reciente, un juez local a tenido a bien condenar a la revista Cafe Amb Llet por atentar contra el honor de un amiguito del alma de los de siempre simplemente por dedicarse a informar de la podredumbre que afecta a la sanidad en Cataluña. Independencia, sí, pero judicial.


domingo, octubre 28, 2012

Faenando por internet

Falto de tiempo, cuelgo dos cosas. Una es un mero ejemplo de una forma de hacer en los medios de comunicación de Cataluña. El rábano por las hojas. La otra es de mayor calado y es Cantó (UPyD) cantándoles las cuarenta a los señores diputados de los partido socialista (que presentaban un moción para fomentar la particpación ciudadana) y también a los populares (infra).

miércoles, octubre 24, 2012

martes, agosto 14, 2012

Do it yourself (DIY)

Verdades como punos: los presupuesto del Estado para 2012. Para que no te enganen.


lunes, agosto 13, 2012

La casta.


La casta es el como se empieza a conocer a los políticos españoles que, habiendo siendo elegidos democráticamente por la ciudadanía actúan en su propio beneficio y, indirecta y cada vez más directamente, actúan contra los intereses de los ciudadnos.

Santiago González, con frecuencia ayudado únicamente por la hemeroteca, pone al descubierto diariamente en su blog  las simplísimas falacias del argumentario político. Es la primera pieza con que desayuno.

Roberto Centeno, en cambio, se desespera desde Cotizalia y proporciona números y más números sobre su efecto sobre las finanzas del Estado y por ende de los ciudadanos. Son ambas lecturas usualmente breves pero extremadamente nutrititivas.

Para los interesados, adjunto un enlace al último artículo de Centeno

sábado, julio 07, 2012

Protestas, Propuestas

Contradiciendo una inveterada costumbre, escribo hoy a vuela pluma, espero se me disculpe. 


En otro momento nos centraremos en otras iniciativas análogas, que no similares, a la que comentaba de Julio Anguita, y cuando tenga tiempo (y las ranas críen pelo), revsiaré qué es/fue del 15M. Todo ellos nos lleva al meollo de la cuestión, que es qué hay que hacer para remontar la crisis que nos asfixia y que dura ya más de lo previsto para aquellos que nada previeron: brotes verdes veía la ex ministra de economía y hacienda Salgado hace exactamente tres años. 

La perplejidad se instala cuando se comprueba cómo el gobierno popular de Mariano Rajoy no ha conseguido mejorar un ápice la sensación de desgobierno y falta de control de la situación que invadía a la población española con el anterior presidente. No hacer nada no parece haber funcionado, tampoco tirar paletadas de dinero público en rehacer aceras, no ha servido de nada introducir modificaciones en la Constitución, algo impensable para muchos y encima vía exprés, no ha servido de nada recortar gastos hasta ahora. De hecho estamos a día de hoy PEOR que nunca. Algunos objetarán que el estacional descenso del número desempleados son buenas noticias. Más bien, qué diría de nuestra economía, tan basada en el turismo, si no lo hubiera habido.

Seguimos sin saber por tanto qué hacer y desde diversas posiciones se dan todo tipo de recetas. Anguita propone subir el salario mínimo, la UE austeridad, los que están al borde del deshaucio, la entrega de las llaves, los independentistas, independencia (receta que no falla nunca y que es a la vez reversible e impermeable al medio externo: si somos más ricos, independencia porque no queremos dar, si somos pobres es porque formamos parte y la solución vuelve a ser la independencia), y así. Cada uno tira para lo suyo y casi todas las reformas que se proponen son de tipo económico y social.

Y en medio de todo esto, el actual presidente va y decide no explicar al Parlamento de la nación el estado de las cosas, para que se pueda entender a qué nos estamos enfrentado. Lo cual que me cuesta decidir si considerar paternalista, cretino, o prepotente. Paternalista si lo motiva el no querer alarmar a la población. Los que le han votado tiene todos más de 18 años y los que no lo tiene merecen que sus papás y mamás sepan exactamente qué se está haciendo y por qué para poder tomar las decisiones oportunas entre las que se encuentra si endeudarse o no, si empezar a considerar aprovechar para pasar unos años en otro país al abrigo de gobiernos competentes o sencillamente para poner al propio presidente de patitas en la calle si no satisface su plan de gobierno. Cretino porque si lo que lo origina es el miedo a que la opinión pública mundial (los mercados) se enteren de detalles que pueden estimular actuaciones aún más desastrosas para nuestra financiación, el secretismo no es necesariamente tranquilizador y claramento existen notros canales para la obtención de la   información de esta naturaleza. Prepotente por siquiera concebir que el gobierno puede sustraerse al control de sus acciones a su antojo.

Y de hecho es esta una de las primeras razones por las que España se está despeñando. Hay crisis de deuda soberana, hay crisis económica, hay crisis financiera, empieza ser palpable una crisis social y cabe esperar que todo ello resulte en una crisis política, que sin embargo parece más lejana que nunca o, más propiamente ,tan improbable como siempre. Pero detrás de cada una de ellas asoma, a poco que es tire del hilo, la lacerante disfunción de nuestro sistema democrático y de derecho. Por si alguien tiene alguna una duda, democrático no es equivalente a depositar votos en una urna sin limitación de candidatos. Requiere un complejo sistema de controles internos y externos y mecanismo efectivos de correción de las disfunciones. del sistema que garanticen que las actuaciones del sistema se ajustan a las leyes, que lo prima en la acción pública es el bien común, y que las en las actuaciones de los representates NO es determinante su propio beneficio (no digamos ya lucro, como es directamente el caso en nuestro país). Pues bien todo ello está muy debilitado en España. 


Una democracia joven, apuntan algunos. No, más bien la inexorable acción de los partidos políticos a lo largo de 35 años que se han dedicado a reorientar la función de la cosa pública en su propio beneficio con la complecencia de sus representados. Primero el benefcio de la duda ante PSOE cuyo acceso por mayoria absoluta al poder se equiparó con el verdera retorno de la democracia y cuyos representantes prevaricaron, renunaciaron a sus objetivos primeros, practicaron terrorismo de estado y utilizaron el estado para sus propios fines, torcieron el espíritu de la norma magna y se enriquecieron en el proceso. Suya es la elimiación del recurso previo de constitucionalildad, por la que sólo se reconoce ahora la ilegalidad de una norma cuando lleva tiempo en vigor y la consolidación de un sistema de cuotas en las que los partidos políticos se reparten según representación parlamentario la designación de multitud de cargos de enorme relevancia, en particular los de consejo general de poder judicial o los del tribunal constitucional. Luego un partido popular que llegó al poder con la promesa de la regeneración institucional y que no hizo absolutamente nada para reconducir la situación. Lo posterior es la repetción de la historia en forma de farsa. Un PSOE entregado a un líder que transformó el partido mayoritario de los españoles en una mero producto de márketing sin la menor coherencia, exceptuando la de hacer lo posible por mantenerse en el poder, y un PP al que los españoles se entregaron con reticencia y sobre todo vista la nulidad de la alternativa y que se ha demostrado digno continuador de la nulidad anterior. 

Continuará en breve...

viernes, junio 22, 2012

Vuelve Anguita?

Vuelve Anguita? POR FAVOR!



viernes, abril 13, 2012

Esto sí es MASA CRÍTICA

Hemos tardado, pero vaya si ha valido la pena. Sin duda lo mejor del año. Son cuatro vídeos, pero se puede empezar por la carta abierta a Artur Mas. Pero hay más aquí.