viernes, noviembre 10, 2006

El banquillo de los titulares

Anda La Vanguardia cada día más cimarrona, cosa que lamento de verdad, para un diario de cierta tirada y aparente prestigio, para algunos. Una noticia del otro día nos brinda otro fenomenal ejemplo de qué poco se necesita para meter con calzador ideas que no se basan en datos.

La noticia de que el Institut Catalá d'Estadística (Idescat) ha replicado para el Cataluña de la metodología del informe anual del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que incluye el cálculo de un índice de desarrollo humano basado en otros tres: esperanza de vida al nacer, el producto interior bruto per cápita ajustado por capacidad de compra y un tercer índice que combina alfabetización y escolarización, todos ellos en valores de 2004. El valor del índice calculado por el Idescat para Cataluña es de 0,944, coincide con el de Austria, que ocupa el puesto 15º y es superior al calculado para España (19º), lo que se resume en el titular de la siguiente manera: "Si Catalunya fuera independiente ocuparía el puesto 15 en el índice mundial de desarrollo". Excepto por la falta de la coma, nada que objetar, si exceptuamos también lo de "Si Catalunya fuera independiente" y "ocuparía el puesto 15 en el índice mundial de desarrollo".

Lo primero es falso por impreciso. Como suponemos que el titular se refiere a los datos utilizados en el informe, debería decir "Si Cataluña tuviera en este mismo instante consideración de estado independiente y absolutamente todo lo demás se mantuviera exactamente igual", porque de otra forma los datos serían distintos. ¿Serían necesariamente idénticos los datos, por ejemplo, relativos al producto interior bruto? Precisamente, uno de los argumentos esgrimidos por los partidarios de la independencia con mayor frecuencia es que Cataluña sería econócmicamente mucho más potente y que llegaría más lejos liberada de la rémora de las Comunidades Autónomas españolas más pobres. Si esto fuera cierto, una Cataluña independiente se podría ubicar perfectamente en lugar superior en la clasificación. O por el contrario inferior, si no lo fuera. O quizás el mismo. Quién sabe. (Personalmente, no sé muy bien a quién podría servir una independencia nominal en la que todo se mantuviera exactamente igual).

El segundo componente incluye también una falacia parecida. El orden de una clasificación se basa en las relaciones entre los elementos que la componen. Si éstos se modifican, cambiará también el orden. Pero aún hay más. Se trataría nuevamente de que "y todo se mantuviera exactamente igual", esto que no hubiera ningún otro estado más. ¿No podría (¿debería?)eventualmente la lista incorporar a Québec por un lado y el resto de Canadá por otro? ¿Por qué no con Escocia por un lado y el resto de de Gran Bretaña por otro? Lo mismo se podría aplicar a la Padania y Italia, o a Córcega y Francia. No digamos si algunos de los estados de EEUU se incluyeran de forma desglosada. ¿Ocuparía Cataluña el 15º lugar en una lista de 200 o 250 países? Igual sí. O igual ocuparía un lugar mucho más alto. O tal vez más bajo. Quién sabe.

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