La sociedad civil catalana es un denso entramado de sociedades cuya generosa subvención se sostiene en la ficción de que son la expresión misma de los deseos de la población, cuando en realidad sirven precisamnete para orientarlos. Las posibidades de salvar patriar y hacer fortuna no son despreciables en este contexto y casan además a la perfección con el relato del catalán emprendedor. Casa tan bién, que a uno de ellos lo han hecho presidente de la Generalidad. Véanlo aquí.
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