domingo, enero 10, 2016

El triunfo de la voluntad ... y de la democracia

Ya tenemos presidente de la Generalidad de Cataluña: Carles Puigdemont. En la lista de Junts x Si, no era ni el uno  (Romeva), ni el dos (Carme Forcadell, elegida president del Parlamento"por lealtad institucional" gracias a En Comú Podem, Santa Lucía les conserve la vista y la Asland  el rostro, ella que se ha pasado en todo momento la lealtad institucional en ese cargo por el forro), ni la tres (la hipersubvencionada sociedad civil Casals), ni el famoso cuarto (en realidad nuestro entrañable [etimológicamente hablando, el que viaja en las entrañas] octavo pasajero), ni el quinto (Junqueras). A estas personas candidatas las han podido votar los electores en al provincia de Barcelona, que tiene la friolera del 75% de la población catalana.

El nuevo y flamante presidente se presentó por la provincia de Gerona (10% de la población) y de número 3, por de detrás de Lluis Llach. Ríanse Uds del truco de Mas de ir de cuarto y vender con todo el rostro que su continuidad era lo que pedían los catalanes.

Por si fuera poco, todo esto avalado por la CUP, que tiene por segundo punto de su programa la democracia real y directa. Toma zurdazo por toda la escuadra a la democracia directa, un candidato de una lista al que sólo ha podido votar el 10% de la población (y que de hecho por la que sólo ha votado el 4% del censo electoral) y encima agazapado como tercero de la lista y rematado con un compromiso por escrito a no votar en contra de lo que decida Junts pel Si!

Oigo un sordo ruido de fondo "Que no, que no, que no nos representan..." Pero a lo mejor me equivoco y me traiciona el oído. O el autooído, quién sabe.

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