Por favor, amable lector, si tiene un minuto, no se pierda este artículo publicado en La Vanguardia de hoy en relación con un supuesto pacto por la ciencia suscrito por "por las cinco formaciones políticos [sic] mayoritarias en Catalunya y por representantes del mundo de la universidad y de la empresa" [si el lector espera encontrar en el segundo de los enlaces el documento suscrito o siquiera alguna información en castellano, puede ahorarrse el esfuerzo].
Estamos en un país tan libre, que no hay un solo crítico con el documento que no se ampare en este artículo bajo el anonimato, ni uno. Ni un solo nombre que no sea el del consejero o el de José Montilla. Pero es que el propio redactor no osa ni dar los nombres de los centros de investigación orillados por la iniciativa, quien sabe si por ignorancia (mal) o por ahorrarles el escándalo de ver publicada su discrepancia con la política seguida por el gobierno, ya fuera a petición propia (peor) o por sobreentendida caridad del redactor (mucho peor aún).
Visto que algunos de los propios redactores del texto dudan que pueda ser operativo, no parece pues que el mayor problema sea necesariamente que no haya financiación para lo previsto en el "pacto".
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