
Procede recordar que los partidos políticos reciben fnanciación pública directa e indirecta. ¿Por qué? ¿Por qué tiene el estado que pagar un sólo céntimo a un partido político? Y si al menos fuera un céntimo... Las aportaciones del estado sufragan más de dos tercios de los gastos según ellos mismos declaran al Tribunal de Cuentas (las aportaciones de los afiliados y representantes electos no llegan ni siquiera al 20%).
La próxima vez que se extasíe el amable lector ante el verbo y la claridad de ideas de algún diputado, recuerde que no sólo le paga el sueldo. La ha pagado también la escalera con le que se ha encaramado.
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